Un hombre, identificado como Martín Cázares, ha sido sentenciado a 25 años a cadena perpetua más ocho años por el secuestro y violación de una mujer en el mes de noviembre del año pasado. Cázares la mantuvo captiva por varios día hasta que las autoridades los localizaran en la ciudad de Santa Barbara.

      La víctima, cuyo nombre no fue develado, todavía demostraba los moretones que obtuvo días antes cuando Cázares la golpeo.

     Cázares, de 27 años, se ha representado por si mismo en su juicio, el aceptó que ellos tuvieron una relación con muchos problemas, pero dijo que trató de mejorarla. El agregó que la corte que nunca quiso que terminara de esta manera, admitiendo un poco de responsabilidad.

      Cázares trato de posponer su sentencia, argumentando de que nunca fue entrevistado por agentes del Departamento de Libertad Condicional y que necesitaba obtener un transcripto de parte del reportero judicial.

     Un oficial de Libertad Condicional dijo que Cázares fue contactado y que el se reusó a ser entrevistado, pero Cázares dijo que no recordaba este momento.

    Sobre el transcripto, el juez Pulskamp dijo que Cázares necesita contactar al reportero judicial él mismo y pedir el reporte. El juez agregó que le dijo a Cázares desde el principio, cuando decidió representarse como su propio abogado, que no le daría derechos extras.

    Sin embargo, Cázares trató de argumentar una moción para un juicio nuevo. El juez Pulskamp le dio unos minutos para explicar su caso, pero Cázares, moviendo papeles no pudo decir nada y el juez negó su pedido, diciéndole que él debió de haberlo sometido a la corte con anticipación.

    Después de haber dictado su veredicto, el juez puso una orden de protección prohibiendo a Cázares de contactar a la víctima y a su familia, incluyendo tratar de saber sus direcciones. La falla de obedecer esta orden podría resultar en cargos adicionales.

    Al hacer su oratoria, la víctima dijo que ella tiene miedo de Cázares, y que si sale temprano, el la encontrará y la matará. Ella dijo que ha recibido una segunda oportunidad, y aunque con miedo, habló en representación de todas las mujeres que han muerto en incidentes de violencia intradomestica, las que desesperaron y murieron a manos del suicidio y de aquellas que están encarceladas por haber matado a sus abusadores.