Los Ángeles, 4 dic (EFEUSA).- Más de 30.000 personas, según los organizadores, participaron hoy en una procesión en honor a la Virgen de Guadalupe celebrada en Los Ángeles (California) y que se convirtió en una invocación por los inmigrantes en EEUU.

La procesión, «la más grande que se realiza en el país», contó con carrozas alegóricas, altares móviles, danzantes aztecas y charros mexicanos a lo largo de un recorrido que se desarrolló en el este de la ciudad.

El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, ha sido un gran promotor de la devoción a la Virgen y en especial a la Guadalupana, cuya fiesta se celebra el 11 de diciembre y en Los Ángeles se le rinde tributo desde hace 85 años.

«Ella vino a decirnos que Dios siempre está trabajando en nuestro mundo y en nuestras vidas», recalcó Gómez en una de sus homilías con motivo de esta festividad.

El religioso encabezó en el Colegio del Este de Los Ángeles una misa que contó con una asistencia masiva de feligreses y cuya premisa fue «la unidad, la paz y la misericordia».

En horas de la mañana se inició una procesión, «la más antigua que se celebra en Los Ángeles» según la arquidiócesis, que marcó la culminación del peregrinaje de las imágenes de la Virgen de Guadalupe y del santo indígena mexicano San Juan Diego, que abarcó más de 50 parroquias y centros de detención en la ciudad.

La imagen de «La Peregrina», como también se le denomina a la Virgen de Guadalupe, que ha efectuado el recorrido consistió en una reproducción digital de la imagen original que descansa en la Basílica de la Ciudad de México.

El tema de las diferentes carrozas alegóricas este año fue «Nuestra Señora de Guadalupe, protectora de la familia», un mensaje de reconocibles ecos para las familias inmigrantes.

«A todas aquellas familias separadas y lejos de su hogar en tiempos de incertidumbre, les decimos que nos unimos a ustedes en una oración por consuelo y alegría en esta temporada de Adviento», señaló el cardenal DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).

Por ello, en el evento también se pidió por los familiares de personas indocumentadas que residen en el país.

«Queremos que sepan que la Iglesia está con ellas, que ofrece oraciones en su nombre y que está vigilando activamente los acontecimientos a nivel diocesano, estatal y nacional para abogar eficazmente en su nombre», dijo recientemente el arzobispo Gómez, vicepresidente de la USCCB. EFEUSA

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