BAKERSFIELD, CA – Enrique Sánchez, de 49 años de edad, todavía recuerda el 14 de julio del 2015. Esa fue la fecha cuando pruebas de laboratorio confirmaron que el camionero tenía: mieloma múltiple.
Este es un tipo de cáncer formado por células de plasma que se han hecho malignas. Las células de plasma normal se encuentran en la médula ósea y son una parte importante del sistema inmunológico. En pocos de estos casos de esta enfermedad se pueden recaudar los riesgos que pueden ser evitados, así que no hay forma alguna de poder prevenir el mieloma múltiple.
Esta enfermedad debilita a los riñones y huesos. Al tiempo que se diagnosticó, los riñones del señor Sánchez solamente estaban trabajando al 12 por ciento de capacidad. Desarrolló una fractura en la vértebra C-2, la cual no lo dejó regresar a trabajar, el cual resultó en el fin de los beneficios médicos de su trabajo.
La vida del señor Sánchez se volvió una pesadilla. Estaba desempleado, con movilidad limitada y un sin fin de dolor. Pagando por sus cuentas médicas y así soportando a su esposa y a sus tres hijos, los cuales estaban estudiando en el colegio, su vida vino a ser desafiante.
Mientras el señor Sánchez traicionaba a un mundo desconocido de jerga médica, se asustó. Le tenía miedo a lo que el futuro le iba a traer.
Un punto brillante entre todo esto, es que él y su familia ahora calificaban para Medi-Cal, el nombre dado al programa Medicaid en el estado, el seguro médico para las personas con bajos ingresos. Este fue el programa que le dio una posibilidad para vivir.
Como cientos de miles de personas, el señor Sánchez no sabía sobre las leyes de Asistencia Asequible, bajo la expansión del Medi-Cal y dejó que personas como él tuvieran cobertura médica.
El equipo médico del señor Sánchez en el Centro Comprensivo de Cáncer y Sangre coordinaron su tratamiento inicial y requirieron tres tratamientos iniciales de esteroides, quimioterapia intravenosa y oral.
“Estaba asombrado, completamente asombrado de saber los precios”, dijo con lágrimas en los ojos. “Quería yo morir en vez, por qué, no quería ser una carga a mi familia o a nadie”.
El aprendió que el costo de su tratamiento inicial, que era de quimioterapia oral, la cual sería por 28 días, sería de solamente $10,000 dólares. Que no cubriría la continuación de su tratamiento, la cual incluye más medicamentos y medicamentos para el dolor.
En CBCC, el señor Sánchez encontró una comunidad de pacientes con cáncer y a sus familias. Muchos de ellos compartieron sus experiencias antes de haber podido tener ayuda médica por medio de la ACA. Muchos hablaron sobre como las cuentas médicas los forzaron a declararse en banca rota y perder sus hogares. Estaban felices de que la ACA los ayudara a reducir los deducibles y sin límites anuales. Sánchez descubrió que su optimismo estaba regresando: posiblemente debería ir a que le hicieran el trasplante de célula madre después de todo.
Hoy en día, el señor Sánchez se está reponiendo de su trasplante, el cual lo obtuvo a fines del año pasado. Él sabe que no es un tratamiento de una sola vez, y que posiblemente la requiera otra vez.
Él se preocupa de lo que le pasaría a él y a otros de los pacientes con cáncer si repelan la ACA, tal y como lo amenazó el Presidente electo Trump.
“Él está tomando ventaja de su posición para abusar (a los inmigrantes”, dijo Sánchez. “¿Qué tal si nos deporta o nos quita el Medi-Cal?
Él se ha vuelto un entusiasta defensor de la salud en su comunidad. Los anima a escribir a los miembros del congreso para mantener el cuidado de la salud asequible