Luego del rechazo de la parlamentaria del Senado para incluir la reforma migratoria en el presupuesto de reconciliación, los líderes proinmigrantes la han emprendido contra los demócratas por no alzar sus voces y defenderlos, y ya no considerar migración, como una prioridad.

Su último recurso será aumentar la presión a los congresistas y senadores para que cumplan con su promesa de campaña electoral, de darles una reforma migratoria.

“Si no logramos la reforma migratoria este año, ya no se va a hacer durante la administración de Biden. Así que estamos contra reloj”, dijo un activista.

“Si no hay reforma migratoria, que los demócratas no cuenten con nuestro voto en las elecciones de medio tiempo . No aceptamos la opinión de la parlamentaria porque los senadores y congresistas fueron electos para decidir no para dejar decisiones trascendentales en manos de una empleada”.

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