Lo más probable es que estés leyendo esto en tu teléfono o

>computadora. Y es muy posible que, en lugar de leer esta columna en un

>periódico de papel, la estés viendo en Twitter, Facebook o alguna otra

>red social. Lo que está pasando en los últimos años es una migración de

>ojos del papel a las pantallas, y de la televisión a los celulares. Es

>decir, estamos dejando atrás las pantallas grandes por las más pequeñas.

  Ya no tenemos que recoger el periódico en las mañanas para enterarnos

de las últimas noticias ni esperar el noticiero de la noche para ver qué

dijo el presidente. Eso es de dinosaurios mediáticos. Pocos hacen una

cita diaria con un periodista en particular para saber qué pasó durante

el día. No es necesario; nos bombardean informativamente cada vez que

revisamos el celular.

   El año pasado, la circulación de los diarios en Estados Unidos cayó un

8% desde 2017, llegando a sus niveles más bajos desde 1940, según un

estudio del Pew Research Center. Además, la televisión sigue en

problemas: Disminuyó un 14% los índices de audiencia de las noticias

ocales de la tarde y la noche, mientras los de los programas de la

mañana de las cadenas nacionales cayó un 4%. Para los medios

tradicionales de comunicación esto es un desastre; es como si el público

que fue tan fiel durante décadas — de repente se esfumara.

   ¿Y a dónde se están yendo esos ojos? Al celular y a otros dispositivos

>electrónicos.

   Casi la mitad (49%) de toda la publicidad en Estados Unidos el año

pasado se fue a plataformas digitales. Todos los medios de comunicación

hoy en día, incluso los más tradicionales, tienen sus versiones

digitales. Pero los nuevos ingresos en el área digital, según Pew, no han

servido para reemplazar los que perdieron los periódicos y la televisión.

Ni son suficientes, tampoco, para pagar a los pequeños ejércitos que se

necesitan para mantener una operación de noticias de 24 horas al día.

  El dilema es este: Para sobrevivir en el periodismo del siglo XXI, hay

que hacer una rápida transición a operaciones digitales y a una creciente

presencia en las redes sociales — igual en Estados Unidos que América

Latina. Sin embargo, la mayoría de los ingresos en el área digital suele

irse a grandes empresas y no llega a los sitios nuevos o más pequeños.

Aún no hemos descubierto cómo comercializar al máximo esas miles o

millones de vistas de nuestros videos y artículos periodísticos. Y eso

provoca muchos despidos.

  Pero tú, como consumidor de noticias, estás bien. Todos queremos tus

ojos. Tienes cada vez más alternativas noticiosas y puedes acceder con un

clic a los periodistas más creíbles y respetados. En la época de

huracanes, por ejemplo, confío en un par de meteorólogos de Miami para

que me digan si tengo que evacuar mi casa. El mejor antídoto contra el

fake news es la credibilidad. Tarde o temprano uno deja de prestar

atención a la gente que inventa cosas, que no hace su tarea o que se

equivoca y no corrige.

   No exagero al decir que el periodismo tradicional está en crisis.

Estamos en la mitad de la tormenta. Y la solución está a dónde tus ojos

te lleven.

   Posdata triste. En los últimos siete días, tres periodistas han sido

asesinados en México. Ya van 10 desde que tomó posesión el presidente

López Obrador el diciembre pasado, según la organización Artículo 19.

   El 30 de julio, el cuerpo de Rogelio Barragán fue hallado, con huellas

de tortura, dentro de la cajuela de un automóvil en el estado de Morelos.

Barragán era el director del portal digital Guerrero al Instante. En su

página de Facebook el sitio que se especializa en noticias estatales

añadió un lazo negro, en señal de luto, y publicó esta declaración:

“Desde este espacio exigimos justicia y que este crimen no quede impune

… y reiteramos nuestro compromiso con la libertad de expresión y el

libre ejercicio periodísticos en tiempos aciagos contra los derechos

humanos”.

   México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el

periodismo. ¿Acaso es mucho pedir que no maten a más compañeros

periodistas?

Jorge Ramos, periodista ganador del Emmy, es el principal director de

noticias de Univision Network.

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