Esta semana, el restaurante vasco, Wool Growers, volvió a cerrar sus puertas poco después de fueron informados de que uno de sus empleados contrajera el COVID-19.

     A causa de esta noticia, el personal del restaurante se esta siendo verificado si es que tienen el COVID-19, los dueños indicaron que reembolsarían el costo a sus empleados.

     El restaurante permanecerá cerrado hasta nuevo aviso y verifiquen los resultados de las pruebas.

     Uno de los dueños indicó que sentían mucho haber vuelto que cerrar, pero era lo correcto y que querían asegurarse de que los empleados y clientes no corrieran ningún riesgo.

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