BAKERSFIELD, CA En lo que fue una bella ceremonia en los terrenos del cementerio de Greenlawn ubicado en el 2739 Panama Lane. Se congregaron unas cien personas, entre ellas veteranos de guerra desde las Segunda Guerra Mundial, Corea, Vietnam, Iraq, etc para honrar a los veteranos que han caído y hasta ahora no han recibido una lápida en su lecho de descanso, entre ellos uno que murió en 1936.

     La ceremonia empezó con el vuelo bajo de uno de los helicópteros del Honorable Cuerpo de Bomberos del Condado de Kern, que hizo una gran entrada asombrando a todos los presentes, siguiente, un grupo de colonistas marcharon frente a un grupo de veteranos y jóvenes cadetes de los jóvenes infantes de marina.   Primero se dedicó una asta bandera de más de treinta pies de altura, que fue donado por este grupo junto con una bandera lo suficientemente grande para ser divisada desde la carretera.

     “Este año cuando estábamos retirando banderas en forma honoraria con el grupo de veteranos de guerras extranjeras #97, me dijeron que necesitábamos una asta bandera grande, yo les dije por supuesto, y poco después me entregan dos cheques” comentó Jim LaMar, presidente y director funerario de los cementerios Greenlawn. “Y esta asta bandera no hubiese sido obtenida si no fuese por la grandiosa donación del VFW Post 97 y su Unidad Auxiliar”.

     La segunda parte de la ceremonia cubrió la entrega de 13 lápidas de granito con los nombres de veteranos cuyas tumbas no están marcadas. Solamente en el cementerio de Greenlawn, se encuentran 556 tumbas de veteranos que no han sido marcadas y por eso se creó la “Operación Lápida” (Operation Headstone en inglés), cuya historia inicia en uno de esos días en que la VFW Post 97 se encargaba de poner las banderas americanas en las tumbas de los veteranos caídos, cuando Bill Potter, uno de sus miembros notó la gran cantidad de tumbas que no estaban marcadas; cuando trajeron esta preocupación a la administración del cementerio, ellos descubrieron las varias razónes del por cual estas tumbas no estaban apropiadamente marcadas, algunas de ellas era porque la familia no podía encontrar los papeles de liberación militar de su ser querido, otros no podían pagar las cuotas afiliadas con mantenimiento, o solamente porque no querían que la tumba fuese identificada.

     No obstante, Bill Potter no estaba contento con esta respuesta, y al conferir con el comandante de la unidad 97, la Operación Lápida nació en el 17 de junio del 2007 y en octubre 22 del 2007, Bill y un grupo de veteranos se juntaron con Jim LaMar y el gerente del cementerio del suroeste para obtener su aprobación y determinar los nombres de los veteranos cuyas tumbas no estaban marcadas. El 10 de noviembre del 2007, armado con un grupo de veteranos y ayudantes, Bill empezó a determinar donde estaban las tumbas y después de varias semanas de estudios, se encontraron 67 tumbas no marcadas, pero dado a la falta de interés o la inhabilidad de la familia de pagar los costos, el proyecto no fue perseguido.  Los años pasaron y en abril del 2020 durante una ceremonia honorando la bandera americana, Bill le platicó a Jim LaMar, presidente de los cementerios Greenlawn, del problema con la falta de lápidas en las tumbas de veteranos. Bill dijo que la cara de Jim se iluminó y dijo “Esos veteranos no serán olvidados, no mientras este yo aquí” y así fue cuando la Operación Lápida volvió a nacer.

      Entre las nuevas lápidas a ser integradas durante la ceremonia se encontraban las del marino Frank Medrano Rodríguez, que hizo su servicio militar en la marina y murió un 23 de noviembre del 1995. Otro fue el del corporal Luis Carlos Ruan, que sirvió en el ejercito y murió el 20 de abril de este año.

     El Departamento de Materias de Veteranos de los Estados Unidos, simplemente conocido entre los rangos como el “VA” provee la lápida a cualquier miembro elegible del servicio militar no importando cuando haya muerto, sin costo alguno y no importando en donde esta enterrado en el mundo.

     De tal manera, que para el presidente de los cementerios esta información era suficiente, y Greenlawn va a perdonar todos los costos asociados con la fabricación, poner y mantener la lápida de los 556 miembros enterrados en sus cementerios y no pedirá permiso a las 556 familias para hacer esto. LaMar dijo que la logística de este proyecto sería imposible de completar y prefiere hacerlo y después pedir perdón, si es necesario.

     Y esto lo hacen no solamente para honrar y recordar a los miembros del servicio militar, sino también su valentía y su sacrificio por su familia, comunidad y país. Sobretodo y ante todo… Porque es la cosa justa que hacer.

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