Donald Trump se ha inventado tres cuentos para criminalizar, criticar

y rechazar a los inmigrantes en Estados Unidos. Pero esos cuentos están

llenos de mentiras. El problema es que después de repetirlos tantas

veces, muchos estadounidenses ya se los creen.

   Vamos a destruir, uno por uno, estos tres cuentos y mentiras de Trump:

   1. Los inmigrantes indocumentados son criminales.

   Esto es el principal cuento de Trump. Cuando lanzó su campaña

presidencial en junio de 2015, Trump acusó a los inmigrantes mexicanos de

“traer drogas, traer el crimen y ser violadores”. Y en su primer discurso

ante el Congreso, otra vez, describió a los inmigrantes como “miembros de

pandillas, traficantes de drogas y criminales”. Todo eso es falso.

   El 97% de los indocumentados son gente buena. ¿De dónde saqué esa

cifra? De un estudio del Migration Policy Institute, que asegura que

menos del 3% de los indocumentados han cometido un crimen serio (o

“felony”en inglés). De hecho, 6% de los estadounidenses cometen crímenes

graves — el doble de los indocumentados.

   Un dato más. A más inmigrantes indocumentados, menos crimen. La

población indocumentada se triplicó de 3,5 millones en 1990 a 11,2

millones en el 2013. Bueno, en ese mismo periodo los crímenes violentos

en Estados Unidos bajaron un 48%, según el FBI.

   Trump insiste en presentar a los inmigrantes como “bad hombres”. Esto

es una mentira. No le crean.

   2. Los inmigrantes le cuestan mucho a Estados Unidos.

   Eso dice Trump, pero es falso también. Esta es una simple cuestión de

sumas y restas.

   Sí, efectivamente, los inmigrantes reciben algunos servicios sociales

y educación pública gratuita para sus hijos hasta preparatoria. Eso

cuesta mucho. Pero los inmigrantes también aportan mucho.

   Los inmigrantes pagan impuestos y crean empleos. Además, la gran

ironía es que los indocumentados contribuyen por ley a un fondo de

retiro, Seguro Social, y a un programa médico, Medicare, que nunca podrán

usar debido a que no están legalmente en el país.

   Al final de cuentas, los inmigrantes contribuyen con más de 2.000

millones de dólares al año a la economía de Estados Unidos, según la

Academia Nacional de Ciencias (o 54.000 millones de dólares en casi dos

décadas).

   Trump culpa a los inmigrantes de ser una carga para el país. No es

cierto. Contribuyen con mucho más de lo que toman.

   3. Los inmigrantes les quitan los empleos a los estadounidenses.

   Trump ha querido culpar a los inmigrantes de los problemas económicos

que sufren los trabajadores estadounidenses. Pero está equivocado.

   Los inmigrantes casi nunca compiten por los mismos empleos que tienen

o quieren los estadounidenses. Realizan, sobre todo, los trabajos que

nadie más quiere realizar en la agricultura y en el sector de servicios.

Reto a cualquier estadounidense que tome el durísimo trabajo que realizan

los indocumentados en los campos de cultivo de Florida o California, o en

los restaurantes de Nueva York y Chicago, o en los hoteles de cualquier

parte del país. Además, inmigrantes suelen tener los salarios más bajos y

muy pocas protecciones laborales.

   Los inmigrantes complementan el trabajo de los estadounidenses; no son

una competencia directa para ellos. No, los inmigrantes no les están

robando los empleos a los estadounidenses. Al contrario, les ayudan.

   Por años ha circulado la idea de que hay que convocar a un día sin

inmigrantes — una huelga masiva. Nunca se ha concretado. Pero Estados

Unidos se paralizaría.

   Trump, hay que reconocerlo, es una persona que miente mucho. Mintió

durante años al decir que el presidente Barack Obama no había nacido en

Estados Unidos. Luego volvió a mentir al asegurar que hasta tres millones

de indocumentados habían votado en la pasada elección (y que por eso

perdió el voto popular). Y hace poco, sin tener ninguna evidencia,

escribió en Twitter que el presidente Obama había ordenado que los

espiaran durante la campaña presidencial.

   Todo eso es falso. Y también lo son sus cuentos sobre los inmigrantes.

   No, señor Trump, los inmigrantes no son criminales, ni son una carga

económica para Estados Unidos, ni les quitan los trabajos a los

estadounidenses. Esos son puros cuentos. A ver quién se los cree.

   (Jorge Ramos, periodista ganador del Emmy, es el principal director de

noticias de Univision Network. Ramos, nacido en Mexico, es autor de nueve

libros de grandes ventas, el más reciente de los cuales es “A Country for

All: An Immigrant Manifesto”.)

   (¿Tiene algun comentario o pregunta para Jorge Ramos? Envie un correo

electrónico a Jorge.Ramos@nytimes.com. Por favor incluya su nombre,

ciudad y país.)

    Deja un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *