Marcos Dorado, El Arte del Dibujo
Eduardo Stanley
“En cuarto grado descubrí que tenia habilidad para dibujar”, narra Marcos Dorado, sentado en su estudio ubicado en el centro de Fresno. “Un día vino de visita un amigo a nuestra casa y yo dibujé su rostro, les gustó a todos!”
Marcos tomó el dibujo en serio y no paró de dibujar hasta sus quince años. Allí dejó el lápiz. “Leí mucho, estudié francés…”, comenta sonriente, escoltado por dibujos de rostros y cuerpos enteros que cuelgan de las paredes de su estudio.
Marcos nació en Jalisco, México, y es nieto de un bracero quien viajaba a Texas a trabajar y a veces traía a su hijo —el padre de Marcos.
Su padre continuó viniendo a Estados Unidos a trabajar hasta que en 1974 se estableció en un rancho ubicado en Madera, California. Marcos tenía 5 años.
Pero un día, el viejo amor, el dibujo, volvería. Y con más fuerza.
“A los 30 años volví a dibujar, entonces ya estaba divorciado”, dice como si quisiera conectar ambos acontecimientos. Entonces tomó una decisión: fue a estudiar dibujo a Nueva York a las escuelas Art Students League y Grand Central Atelier.
En la gran manzana se mantuvo trabajando con abogados como paralegal.
“Me gusta la figura y el retrato… Yo dibujo, la pintura no es mi preferencia”, dice Marcos. “Uso el lápiz (grafito) y me gusta mucho el blanco y negro”.
El blanco y negro es una técnica que se mantiene vigente, incluso en la fotografía. Para muchos artistas, el blanco y negro, una estética con una larga historia, posee un gran valor artístico.
Después de completar sus estudios en 2006, Marcos decide volver al Valle Central de California.
“En parte tomé esta decisión para estar cerca de mis tres hijos”, dice. “Me reencontré con mi comunidad, fue un proceso positivo”.
En 2009 Marcos presenta su obra “100 faces of Fresno” (“100 rostros de Fresno”) que tuvo muy buena recepción.
“Gustó mucho, es un trabajo realista. Me encanta conectar con la gente”, asegura Marcos quien ofrece clases de dibujo y además recibe encargos de retratos, lo cual le permite vivir de su profesión. “Me estimula dibujar una persona, es como si estuviera escribiendo su historia!”
Actualmente, Marcos está trabajando en su proyecto más grande y ambicioso, una serie de desnudos de tamaño natural: “Why I got Naked (on the words of the models).” No solo se trata de dibujos minuciosos y largamente elaborados sino que incluye un testimonio del (o de la) modelo donde cuenta su historia y porqué se desnuda para el arte.
El trabajo es exigente, Marcos dedica unas 100 horas a cada dibujo —y son 20 en total. El dibujante dialogó intensamente con cada modelo antes de iniciar el proyecto.
Los o las modelos fueron recomendados por maestros y fotógrafos, y en algunos casos el mismo Marcos invitó a algunas personas para que participen del proyecto. También las redes sociales ayudaron.
El proyecto, que incluye una exhibición en Nueva York y un libro, estará terminado en 2018. Y cada dibujo irá acompañado del testimonio de cada modelo.
“Este proceso de selección de los modelos ha sido muy positivo. Por ejemplo, una mujer de figura grande me pidió que la dibujara, ella quiere presentar su belleza, y esto me parece magnífico!”, explica Marcos con entusiasmo. “Otra modelo tiene 69 años… Esto puede inspirar!”.
Es que, afirma el dibujante, “Creo que hemos desnaturalizado el concepto de belleza!”
En un época donde los conceptos de belleza son estereotipados y controlados por la industria masiva de la moda y los cosméticos, el proyecto de Marcos parece una profunda reflexión y una invitación a ver la belleza con una mirada curiosa y sin prejuicios.
Para leer más sobre el artista o apreciar algunos de sus dibujos, visitar www.marcosdorado.com